martes, 30 de diciembre de 2008

Felices Fiestas

Corría diciembre del 90, al año siguiente empezaba primer grado, tenía 6 años recién cumplidos... Esperaba una bicicleta para navidad, la anterior me la habían robado poco antes y Papá Noel podría reemplazarla, tenía como excusa que en el 90 se casaron mis papás y yo me porté como una reina en ese casamiento. Era altamente probable que me ofendiera por ver tanta gente y estuviera con cara de culo hasta después de quedarme dormida, pero no, me porté bien y hasta cree la ilusión más falsa de todas (que me duró aproximadamente hasta dos años después): "yo tengo que esar en el casamiento de mis papás porque nos casamos los tres!"... un edipo mal llevado, por supuesto.

Había pasado mi cumple y cuatro o cinco días después, el 19 o el 20 de diciembre del 90 mi mamá me sentó a hablar con ella en el living de mi casa, mi papá daba vueltas por la cocina. Ella me dijo: "Te tengo que contar un secreto sobre papá noel", yo con aire serio y preocupada le contesté "la que hace los regalos es en realidad mamá noel, no?". Mi mamá ahogó una risita... "algo asi... Papá Noel es un mito". Yo ya leía y entendía más o menos lo que era un mito, no me gustó nada esa declaración y la cara de culo no se hizo esperar "Papá Noel somos mamá y papá" y yo resignada hice un pequeño análisis en mi cabeza "entonces los Reyes tampoco existen" dije convencida. "No, pero todas esas historias son ciertas" quiso arreglar mi mamá y seguí "tampoco es verdad pascua y el ratón peréz no junta los dientes de los chicos... pero no entiendo para qué sirve Navidad" dije seriamente. "No! Vero, pascua sí existe, se festeja que Jesús haya resucitado y la Navidad es para festejarle su cumpleaños" dijo desesperada mi mamá "Ay! mamá!!! vos crees en Jesús? me estás diciendo que papá Noel no existe y crees en un tipo que nadie vio, nadie conoció y encima le festejan el cumpleaños aunque es imposible que una persona viva tanto, ya se debe haber muerto y no le importa!" dije ofendida y me levanté del sofá del living, no quería seguir con la conversación.

Cabe aclarar que antes de todo eso tomaba la Navidad en joda y no sabía porque, nunca me gustó demasiado, me parecía una farsa festejar con tanta gente. Las cartitas a Papá Noel siempre fueron "cartitas" hacía cosas minúsculas, del tamaño de un boleto de colectivo, en el cual escribía cosas ilegibles. Me acuerdo que cuando tenía tres años y todavia no escribía garabateaba cosas sin sentido.

Mi mamá nunca se dió cuenta, pero a la tierna edad de cinco años y cuatro o cinco días me sacó a patadas un vestigio de ilusión, me sentía defraudada, tantos años me mintieron hablando de un gordo barbudo que andaba en renos... ya me parecía sospechoso que se abrigara tanto en verano... Me reí de los reyes y decía que mi papá era la encarnación de Baltasar, porque es negro. Me sentí como una idiota por haber puesto agua para los camellos en la puerta de mi casa... encima en la puerta!! mi mamá me hizo quedar como una estúpida frente a todos los vecinos! cuando se me cayó el primer diente, a los pocos días de enterarme toda la verdad fui con el diente en la mano y le dije a mi mamá que quería plata, me dijo que lo pusiera debajo de la almohada y le respondí "mamá! ya sé que no existe! la plata me la das vos, entonces hagamosla corta". Me dió dos monedas grandes y color cobre, eran pesos argentinos, pero no me acuerdo de cuanto, para el siguiente diente me daría un billete celeste, eran australes, pero no me acuerdo tampoco de cuanto eran.

Con sólo decirme "papá noel somos mamá y papá" yo entendí hasta que la religion era una farsa, había una institución que se encargaba de mentirle a los chicos! : La Iglesia. Y algunos grandes decidían pasar mentiras de generación en generación, me prometí que nunca iba a hacer eso con mis hijos, no más mentiras, no más historias del pobre de Jesús que murió para salvarnos... cómo podía haberme salvado a mí si naci 1984 años después?! no me cerraba.

Casi 20 años después mi mamá todavía se pregunta porque no me gusta la Navidad y critico tanto la religión...

Y yo ahora entiendo porque políticamente, a los argentinos nos va tan mal, los padres no tienen memoria, pero después le echan la culpa a los hijos de no creer en papá noel.

sábado, 6 de diciembre de 2008

Turururu clac clac* Familia muy normal

Estaba en otro lado, pero escuché que se desarrollaba una conversación mientras iba a la cocina a buscar el agua caliente para unos mates...

Raquel:
A qué hora son las carreras?
Héctor:
A las 2 menos cuarto
Raquel:
Entonces tengo que estar a la una menos cuarto... pará, así es más difícil, en vez de dos menos cuarto decimos 1.45, pero es más fácil si pensas una y media... así que tengo que estar a las 12.30 no?
Héctor:
Claro.
Verónica:
Pensando en que iban a ser las doce... Má, mirá la hora del este
Cabe aclarar que hace dos semanas mi mamá se colgó y llegó tarde al laburo, todo porque miraba la hora del oeste, porque, según ella, le quedaba más cómodo ese lado de la tele (estaba mirando TN)
Raquel:
Se puso para el lado que sale el sol y miró el reloj... Cómo? así?
Verónica:
La miré, miré el suelo y fui caminando otra vez a la cocina para vaciar el mate... Pá, me preocupa
Héctor:
Por?
Verónica:
Ma, mostrale como mirás la hora del este
Raquel:
Sale al quincho, se para al lado de mi papá, mira hacia donde sale el sol y mira el reloj... Así, ves? son las doce.
Héctor:
Buenísimo! ahora decime la hora del sur
Raquel:
Para el lado de la familia de bolivianos que se mudó al lado, no?
Héctor:
No, boluda, eso es el norte! son bolivianos! Bolivia está al norte!
Raquel:
Ah, bueno. Se da vuelta para el otro lado
Verónica:
No seas boluda! en el sur no tienen reloj!
Raquel:
Bueno, igual no importa, no era que tenía que saber la hora del este?
Y yo esto tendría que terminarlo con una carta abierta a la presidenta... una familia normal de clase media puede ser seriamente afectada por el cambio de horario, sobretodo cuando cuando son las 9 de la tarde y el sol todavía no se oculta.
(*) Leáse con melodía y ritmo de los locos Addams

martes, 2 de diciembre de 2008

Sapucaii!!!

El siguiente fue un diálogo que se desarrolló justo antes de dormir... en realidad justo antes de agarrar la notebook para anotarlo y no perderlo... digamos que es una boludez recién salida del horno, o del culo, según quieran verlo.

ClaU:
Ve, tenés el culo helado
Verónica:
Y Claro, como no va a estar helado, si hace frío... lo tengo a temperatura ambiente
Acto seguido fui invadida por las pulgas del culo y me lo empecé a rascar apasionadamente (aclaración: las pulgas del culo viven en los gluteos y a veces en las piernas... no distinguen, para ellas es todo culo).
ClaU:
Tocandome el trasero mientras yo me rascaba... Pero no tenés tan frío el culo
Verónica:
No está frío porque me lo estoy rascando
ClaU:
Dejá de frotarlo porque va a salir fuego!
Verónica:
Sería peor que saliera un genio
ClaU:
Tenés un genio en el culo! se llama Aniceto, ya lo sé... y tiene ropa de gaucho... por qué?!?!